Hay muchos motivos para mostrarte al público con un nombre que no es el tuyo. Si además hablamos de seudónimos en la ciencia ficción, aparecen varias causas añadidas.

¿Tienes interés en otros géneros? No pasa nada. Partiré de la generalidad y concluiré con las peculiaridades que afectan a los escritores de CiFi. Es más, te proporcionaré enlaces muy útiles que complementarán a la perfección toda la información que te voy a ofrecer.

¿Qué es el seudónimo de escritor y para qué sirve?

Cuando un escritor firma un manuscrito con un nombre que no es el suyo, está usando un seudónimo. 

¿Te gustaría usar uno? El escritor de terror y copywriter, Jaume Vincent, te sugiere varios caminos para elegir un seudónimo y, además, te expone algunas consecuencias personales, legales y profesionales que conlleva su uso.

anónimo

Podemos clasificarlos en tres apartados según su finalidad.

Seudónimo comercial

Sirven para potenciar la venta de tus libros. Se pueden dar por varios motivos:

Porque tu nombre real resulta poco atractivo o de difícil pronunciación

Si tienes un nombre muy común (José García, Carmen Gómez, Francisco González, María López…), podrías plantearte buscar un seudónimo que aporte una diferenciación.

Puede ocurrir que tengas un nombre que pueda llegar a generar rechazo de compra (Frutos Feo, Hermógenes Campos, Fuensanta Fuentes…), y prefieras un apodo con más enganche publicitario.

Algunos nombres pueden ser relacionados con celebridades con un resultado tóxico para las ventas, ya sea porque están vivos y no podamos competir con su imagen de marca, o porque estén muertos y evoquen un sentimiento desagradable en los potenciales lectores (José Mota, Belén Esteban, Francisco Franco, Teresa Campos, Felipe González…)

Una pronunciación difícil también puede disminuir tus posibilidades de éxito. Normalmente esto viene dado por extranjerismos, y me da bastante lástima porque soy un fiel defensor de conservar la riqueza lingüística de todos los lugares. Sin embargo, también es cierto que en el boca a boca se puede perder a un futuro lector que dude en cómo buscar en Google información acerca de ti.

Porque escribes en varios géneros o para distintos públicos

Si escribes fantasía y quieres elaborar una novela de ciencia ficción dura, quizá consideres oportuno un cambio de nombre para que no relacionen ambos géneros unos públicos objetivos tan diferentes.

¿Y si en tu tercera obra quieres dirigirte por primera vez a un público juvenil? En la ciencia ficción hay una serie de novelas juveniles sobre un personaje llamado Lucky Starr; todas firmadas por un tal Paul French. Su nombre verdadero es Isaac Asimov.

Isaac Asimov

Porque sufres discriminación (a extinguir, espero)

El más triste de todos los seudónimos, y más triste aún si funciona. No te cuento nada nuevo si te digo que muchas mujeres han escrito por siglos firmando con un nombre masculino (Pardo Bazán, George Sand, Fernán Caballero…) buscando un lugar en la literatura. Los tiempos han cambiado —es evidente—, pero aún son notorias ciertas tendencias editoriales, y de elección de autor por parte de muchos lectores. En otros países puede resultar un obstáculo firmar con un nombre latino,  hebreo, o árabe. La discriminación por origen es un cáncer que debemos extirpar.

Seudónimo emocional

Es posible que adoptes un seudónimo por el mero hecho de que te place un nombre concreto, sin que medie ninguna intencionalidad relacionada con el marketing.

También están los seudónimos que te reportan una fuerza irracional por el mero hecho de llevarlos.

George Orwell usó un seudónimo para no incomodar a sus padres con algunas de sus publicaciones. Escogió como nombre al patrón de Inglaterra, y como apellido el nombre de un río que simboliza un lugar emblemático para él.

George Orwell

Mi seudónimo es Alejandro de Valentín, y se debe a un homenaje a una persona sin la cual ni sería lector, ni escritor… ni siquiera sería yo. Esa persona era mi abuelo: Valentín. No tiene ningún aliciente para un género como la CiFi, un apellido con un “de” introductorio evoca más el pasado que el futuro; incluso un aire aristocrático que puede incluso repeler en estos tiempos. No me importa, es un seudónimo de fe. La fuerza me la transmite a mí. Verlo escrito siempre me agrada, y oírlo también. Firmar con cada una de sus letras me hace sentir orgulloso y privilegiado.

Si vas a escoger un seudónimo, antes enamórate de él. Va a ser tu identidad para siempre, y no todo es marketing en esta vida.

Seudónimo de anonimato

Otras personas recurren a un seudónimo para ocultar su identidad personal por motivos de índole profesional, ideológica, o simplemente personal. En estos casos es complicado asegurar el anonimato a largo plazo, sobre todo si se alcanza cierto éxito o reputación.

El seudónimo no es mágico

Firmar con otro nombre es una opción, nunca una obligación.

No va a hacerte mejor escritor el hecho de que lleves un seudónimo atractivo. Lo que puede hacer es reforzar tu imagen de marca.

Philip K. Dick es un escritor que, teniendo la opción de escoger un seudónimo que cambiara su obsceno nombre para no arruinar su carrera, prefirió exponer su nombre real.

Philip K Dick

Así es. El precursor del cyberpunk y creador de ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas? se llamaba Felipe K. Polla traducido al castellano, un nombre que nadie recomendaría para escribir ciencia ficción. Podría incluso no ayudar en la erótica; la palabra dick no solo es soez, sino vulgar en su propia lengua. Sin embargo, no ha sido un obstáculo para llegar al olimpo de los mejores escritores de CiFi.

Por ese motivo no debes sentirte obligado a cambiar tu nombre. El seudónimo no lo es todo, ni es mágico; es una opción enfocada al marketing o a cuestiones personales.

¿Y qué particularidades tienen los seudónimos para los escritores de ciencia ficción? Vamos a ello.

Los seudónimos y la ciencia ficción

Un autor que decida usar un seudónimo, y que además escriba en el género de la ciencia ficción, debe tener en cuenta tres elementos característicos que han demostrado tener eficacia a efectos comerciales.

Seudónimos relacionados con el género

No hay reglas para escoger un seudónimo. Puedes usar nombres reales o no. Es una oportunidad para asegurar que relacionen tu marca personal con el género sobre el que escribes.

Cristina Laika, John Planet, Hein Lein, Ufos Powers…  cualquier palabra que evoque tu género dentro de tu marca personal, la reforzará ante su público objetivo.

José de Elola publicó a principios del XX una serie de novelas científicas bajo el seudónimo de Capitán Ignotus, y Jesús de Aragón lo sustituyó firmando como Capitán Sirius. Desconozco si los premios Ignotus guardan relación con este autor, pero apostaría a que sí.

El anglosajón en la CiFi

La ciencia ficción es un género que tiene especial éxito en el mundo anglosajón. Es un género que cuesta explotar en lengua castellana; es una realidad.

Cambiar tu nombre por uno en inglés puede reportar beneficio si deseas penetrar en mercado extranjero con tus obras. Y no solo eso. En el siglo XXI encontrarás a muchos lectores hispanohablantes que darán prioridad a autores anglosajones frente a los que hablan su propia lengua; yo mismo he dejado de lado a la CiFi española hasta hace bien poco tiempo reforzando el error y el prejuicio —a veces inconsciente— de que la calidad depende del origen lingüístico.

En España hay un escritor de ciencia ficción que ha usado esta fórmula: se llama Nicholas Avedon. Es solo uno de los motivos que le han llevado a usar un nombre distinto, y si quieres saber el resto, él mismo te lo cuenta en su artículo.

En la historia de la ciencia ficción española encontramos un caso parecido, pero con un germanismo. La obra Lunigrafía (1855) especula sobra una sociedad selenita, y M. Krotse figura como autor. Su nombre real era Miguel Estorch y Siqués.

seudónimo secreto

Ya en el siglo XX, americanizar el nombre se convirtió en la moda. Solo en castellano se pueden contar muchos casos sin mencionar el presente:

Domingo Santos –> P.Danger

Ramón Brotón –> Walter Carrigan

José Cavaller –> Larry Winter

Ángel Torres Quesada –> Alex Towers y A. Thorkent

Pascual Endíganos –> George H. White y Van S. Smith

José Negri Haro –> J. Negri O’Hara

Luis García Lecha –>Louis G. Milk y Clark Carrados

Vicente Adam Cardona –> Vic Adams y V. A. Carter

Pedro Guirao Hernández –> Peter Kapra, Walt G. Donovan, Phil Weaber y Mike Adams

Juan Gallardo Muñoz –> Johnny Garland

Enrique Sánchez Pascual –> Law Space, H.S. Thels, W. Sampas, Alan Starr, Lionel Sheridan, Alex Simmons y Alan Comet.

Usar las iniciales vende

Al igual que en el género de la fantasía, en los últimos 150 años las iniciales venden en la CiFi.

Algunos pueden pensar que ese recurso no es usar un seudónimo. Pienso distinto.

Si la escritora Ursula K. Le Guin, firma un artículo periodístico como Ursula Kroeber… yo no me percataría de quién es.

Ursula K. Le Guin

Hay muchos autores de ciencia ficción clásicos que usan esta fórmula: H.G Wells, Philil K. Dick, Robert A. Heinlein, Arthur C. Clarke, J.G. Ballard, H.P. Lovecraft, Clifford D. Simack, Brian W. Aldiss, John W. Campbell…

Ya has visto muchas de las posibilidades que nos pueden llevar a tomar la decisión de adoptar un apodo, seas del género que seas. Ahora sabes también la importancia que cobra el recurso del seudónimo en la ciencia ficción. Y por último te insistiré en lo más importante de todo el artículo:

Un seudónimo es una opción, y también una decisión importante, pero nunca una obligación.

¿Tienes más seudónimos que compartir, u otros motivos para adoptarlos? Cuéntame.