¿Los viajes en el tiempo son ciencia ficción? En sí mismos, casi ninguno. Hasta tal punto que la gran mayoría contienen más elementos fantásticos que de cualquier otro género.
La frontera entre la ciencia ficción y la fantasía es difusa, pero… ¿sabes cuantos viajes temporales hay en la literatura con un mínimo de coherencia científica? Y no hablo de rigor, sino de coherencia.
Por otro lado, ¿a quién le importa cómo viajen en el tiempo? Los lectores disfrutan más de las consecuencias: las paradojas, el choque social con el pasado, la prospección histórica del futuro, la identificación de problemas eternos que son inmunes al paso de los años…
Y aquí está la razón del mito. Muchos viajes en el tiempo son considerados como ciencia ficción, no por el método usado para el trayecto temporal, sino porque dan nacimiento a una trama que sí podría ser considerada, en muchos casos, como ciencia ficción social. Un ejemplo, quizá el más evidente, sería La máquina del Tiempo de H. G. Wells.
¿Todo viaje en el tiempo lleva a una trama de ciencia ficción social en todos los casos? NO, pero me encuentro casi siempre con un protagonismo muy superior de las ciencias sociales y humanas frentes a las exactas y naturales.
Primero, voy a ofrecerte la primera prueba de que los viajes en el tiempo no fueron patentados por la ciencia ficción.
En los siguientes apartados, mencionaré algunos ejemplos de viajes temporales en la ciencia ficción dura, en la ciencia ficción más social, viajes en el tiempo fantasiosos en libros de CiFi y, por último, viajes en el tiempo en otros géneros literarios.
Vamos con algunos de los precursores de esta temática.
Índice
Viajes temporales anteriores a la ciencia ficción
Mucho antes de que apareciera de manera “oficial” la ciencia ficción ya existían historias sobre viajes en el tiempo.
Sin ir más lejos te menciono tres de las más conocidas por el público:
Cuentos de navidad (1843), de Charles Dickens.
Alicia a través del espejo (1871), de Lewis Carrol.
Un yanqui en la corte del rey Arturo (1889), de Mark Twain.
Con estos ejemplos resulta fácil desmitificar la sumisión de los viajes en el tiempo al género de la ciencia ficción. Lo cierto es que más tarde lloverían obras clasificadas como CiFi sobre esta temática, y he pensado que sería útil clasificarlas en función de su afinidad al género.
En primer lugar, te contaré las obras con más rigor científico en los viajes temporales.
Ejemplo de viaje temporal en la ciencia ficción dura

Tras varios párrafos insistiendo en que es casi imposible ofrecer rigor científico en el tema de los viajes en el tiempo, debo señalar las grandes excepciones.
Por su relevancia y por reciente, aunque no sea un libro, hay que mencionar la película Interstellar. Es innegable que pertenece al género de la ciencia ficción, y también lo es que aporta un nivel de rigor científico que rara vez se ha aplicado a esta temática.
¿Y en la literatura? De libros va este blog, y vamos a empezar con el primer clásico de la ciencia ficción dura sobre viajes en el tiempo del que tengo constancia.
Puerta al verano (1956), de Robert A. Heinlein
Heinlein siempre apostó por el rigor científico a cambio de no arriesgar con ideas modernas o rompedoras. La primera consecuencia es el envejecimiento de sus tramas en comparación con otros autores de su generación, como Arthur C. Clarke.
Este viaje en el tiempo inicial es tan riguroso que se basa en la criogenización, un concepto que hoy asumimos con normalidad. Pero claro, este libro es de 1956 ¡No lo olvides!
El libro parece una ucronía porque apenas acierta nada sobre el futuro que presenta. Y es justo ese motivo por el que te recomiendo que lo leas. El año 2000 que presenta resulta muy… distinto.
Un guijarro en el cielo (1950), de Isaac Asimov
Su famosa Fundación supone el éxito final de las ciencias estadísticas a través de la psicohistoria. En cambio, el viaje en el tiempo que aparece en Un guijarro en el cielo se llevaría el premio al chiste estadístico.
Con una teoría física difícilmente refutable para quien no sea especialista, una improbabilidad del más alto rango traslada a un sexagenario a un futuro muy distante. Tras ese detalle tan decisivo comienza una historia de ciencia ficción que deja a la premisa inicial en un segundo plano.
Sí, este libro es de ciencia ficción, pero su viaje en el tiempo es vaguísimo en su desarrollo. Son otros los elementos que permiten incluir a Un guijarro en el cielo en este género.
Cronopaisaje (1980), de Gregory Benford
Un desastre ecológico se ha vuelto incontrolable, y un científico intentará evitar lo sucedido antes de que ocurra.
Gregory Benford se sirve de una partícula hipotética (los taquiones) para intentar transportar información a otro tiempo.
La novela se convierte en una mezcla de ficción científica y ciencia ficción, pero su dureza no viene dada tanto por el traslado temporal, sino por el fiel reflejo de los problemas internos en el campo de la ciencia. Incluso, podría parecerte un ensayo sobre la sociedad científica.
Rescate en el tiempo (1999), de Michael Crichton
Aunque etiquetado como fundador del tecno-thriller, Michael Crichton no deja de pensar como un escritor de ciencia ficción, y además trata de ser riguroso en sus elementos tecnológicos. Tiene una facilidad innata para alterar el rigor científico cuando es preciso, siempre que sea para enriquecer la obra.
El viaje en el tiempo de esta novela se basa en la veracidad de los multiversos, y la posibilidad de transportar a una persona a otras copias del nuestro. La física cuántica es el marco que permite esta hazaña.
Ejemplo de viaje en el tiempo en la ciencia ficción social
La Máquina del tiempo (1895), de H. G. Wells
El británico H.G. Wells no era como Julio Verne. Y no me refiero a mejor o peor, sino a que no le importaba la ciencia en sí, ni tampoco sus repercusiones en la sociedad. Va a seguir siendo igual de buena aunque no te parezca ciencia ficción más allá de porque verse sobre el futuro.
La máquina del tiempo, un armatoste victoriano con materiales muy “chic”, es una excusa para crear una gran metáfora de los problemas sociales de su lugar y tiempo: el imperialismo, la desigualdad social y el capitalismo sin control.

La mujer del viajero en el tiempo (2003), de Audrey Niffenegger
En esta novela los viajes temporales tienen lugar a causa de una alteración genética muy improbable. Este fenómeno natural provoca que el afectado viaje de manera involuntaria por el tiempo hacia delante, y hacia atrás.
La novela tiene un enfoque muy emocional y personal. Aborda el tema del amor y de las circunstancias que lo rodean.
Desde el punto de vista de la ciencia ficción, es muy original el planteamiento de trasladar el protagonismo a una persona que jamás podría viajar en el tiempo. Y encima, mientras ve como otra persona cercana lo hace, con todas sus consecuencias.
Por el tiempo (1969), Robert Silverberg
Robert Silverberg no te entretiene con detalles científicos, y si encima se enfrenta a viajes en el tiempo, no lo duda y te mete directo en una buena trama para que no indagues en el “cómo es posible”.
No hay mucha información más allá de que un dispositivo colocado en tu espalda te transporta al tiempo deseado. Al autor le importan más las consecuencias históricas y sociales de realizar viajes temporales accesibles para el público, así como el análisis de las paradojas que intervienen.
Estación Hawksbill (1967), de Robert Silverberg
¿Y si creamos periodo cámbrico la prisión más segura que haya existido jamás? Con una apuesta tan fuerte la curiosidad por saber cómo se puede viajar en el tiempo disminuye. Un escenario tan lejano y exótico que solo encubre una obra, en palabras de Frederik Pohl, de ciencia ficción política.
Viajes fantásticos en el tiempo en libros de ciencia ficción

El fin de la eternidad, de Isaac Asimov
El fin de la eternidad es un libro de Isaac Asimov que sí se centra del todo en la temática: en la premisa, en el desarrollo, y en el final.
Una organización se encarga de alterar la historia gracias a la obtención de una tecnología. El modo de hacerlo importa poco; como suele suceder. En este libro viajarás a muchos tiempos distintos.
Para muchos es uno de los mejores libros de Isaac Asimov, tildado como autor de ciencia ficción dura. Pues bien, esta obra rompe con esa dureza que imprime el escritor y el motivo es evidente: no hay manera rigurosa ni parecida de viajar del modo en que lo plantea.
La patrulla del tiempo, de Poul Anderson
Es una serie de novelas cortas y relatos con una premisa: la preservación de la historia por parte de un cuerpo de patrulleros del tiempo.
¿El método utilizado para viajar en el tiempo? El cronociclo, una especie de vehículo temporal ¿Explicación científica? La misma que en casi el resto de viajes al pasado en otras obras de literatura ¡Qué importa!
Una vez más, los viajes en el tiempo, en sí mismos, no son ciencia ficción. Incluso en manos de Poul Anderson, uno de los máximos exponentes de la CiFi dura.
Esperando el año pasado (1966), Philip K. Dick
La máquina del tiempo de Philip K. Dick es una sustancia. Una droga que se ingiere de origen desconocido y de gran adicción.
La mente es el terreno de juego de Dick: el aún incomprensible cerebro humano. Aún así, la propuesta parece más fantástica que científica, ¿no crees?
Este escritor nunca se ha caracterizado por ser riguroso, pero sus apuestas fueron innovadoras y muy certeras. Muchas de esas ideas son comportamientos y problemas que comprendemos mucho mejor en el presente que en el tiempo en que fue escrita.
Las naves del tiempo (1995), de Stephen Baxter
Se trata de una obra muy entretenida con distorsiones históricas provocadas por las acciones humanas como viajeros del tiempo.
A Stephen Baxter se le suele relacionar con la ciencia ficción dura, pero cuando escribes sobre el tiempo, llegas a visitar el año 800000 y tienes a un morlock a tu lado… se antoja más complicado. Con este último dato queda claro que encontrarás guiños claros a la obra más conocida de H.G. Wells, La máquina del tiempo.
Diarios de las estrellas (1957), de Stanislaw Lem
En este libro aparecen ocho historias con un protagonista, Ijon Tichy, que tendrá que vérselas en alguna ocasión con paradojas temporales.
No te recordará a Solaris. A pesar de la “oscuridad” subyacente en cualquier obra del polaco, aquí se desinhibe con saña y saca a relucir su humor más sarcástico y despiadado, sin renunciar al más absurdo.
No busques ciencia en el método para viajar, es humor en un entorno de absoluta ciencia ficción.
Si quieres un viaje en el tiempo con mucho humor pero menos cruel que el de Lem, estoy seguro de que te gustará El restaurante del fin del mundo, de Douglas Adams.
Viajes fantásticos en el tiempo en otros géneros

Las puertas de Anubis (1983), de Tim Powers
Las puertas de Anubis te adentrará en un mundo real con injerencias fantásticas.
El método para viajar en el tiempo: unos portales que se abren en determinados momentos y lugares. La única explicación es que la posibilidad de viajar se debe a un evento fantástico que tuvo lugar en 1802.
22/09/63 (2013), de Stephen King
¿Stephen King? Misterio, más misterio, más misterio aún… ¿ciencia ficción? Mejor misterio.
¿Cuántos estadounidenses hubieran evitado el asesinato de Kennedy si fuera posible? Al escritor no se le escapó el filón de una idea semejante y así comenzó su andadura por los viajes temporales.
¿El método científico para viajar? Pasadizos a los que se acceden desde lugares insospechados (incluso quijotescos). Como te digo. De ciencia ficción, poco.
En algún lugar del tiempo (1975), de Richard Matheson
En algún lugar del tiempo es una intriga romántica con viajes en el tiempo.
A diferencia de otras novelas, en ésta sí se detalla el método para viajar en el tiempo. Un método muy delicado que tendrá en vilo al protagonista durante toda la trama. El tratamiento del mecanismo delata a un escritor de ciencia ficción que en esta ocasión se ha acercado más a otros géneros.
La flecha del tiempo (1991), de Martin Amis
¿Un ensayo sobre la vida? Si fuera así, estaría contado de una forma muy original y poco plausible, pero bella en su conjunto al fin y al cabo.
Imagina que todo comienza con la muerte y el tiempo fluyera hacia atrás. El resultado es sorprendente, y quizá cruel. Es una experiencia novedosa y que te traslada a escenarios hilarantes, donde la sorpresa supera a cualquier humor.
Es un ejercicio de imaginación sublime.
Con todos estos ejemplos puede que ya consideres que los viajes en el tiempo no son en sí mismos ciencia ficción y que, los que sí son, suelen escapar de la explicación de tal hazaña sumergiéndote en una trama sorprendente.
En el género de la ciencia ficción encontrarás muchos de estos viajes temporales, pero también en la fantasía, en la romántica, en la policíaca, en novelas de misterio…
Quizá, con una visión más amplia, podríamos dar la razón al escritor clásico Harlan Ellison cuando afirmaba que la ciencia ficción es un compañero de viaje de cualquier género, más que un género en sí mismo.
En el lado opuesto, los lectores más restrictivos pueden aducir que, si no hay repercusiones provocadas por un evento científico o tecnológico, no es ciencia ficción.
Sea o no, los viajes en el tiempo gustan por muchos motivos. Son una constante en la literatura, el cine y los videojuegos; y no pasan de moda. Disfrutemos de esas historias.
Recientemente leí la trilogía de “Los cronopolios” de Luis Panini, una mezcla de viajeros del tiempo y terror.
Cómo mera sugerencia, menciono la trilogía de “Los cronopolios” de Luis Panini, una mezcla de viajeros del tiempo y terror debido a los cronofagos
En los años setenta leí un libro que tenía un cuento llamado “La Maquina del tiempo”, pero no se refería a la novela de H.G.Wells, no recuerdo francamente el autor, porque el libro por tonto lo presté y como siempre pasa , nunca lo volví a ver…en fin el cuento trataba de unos científicos que inventan una máquina del tiempo y se meten en ella y adelantan primero algunos días, y regresan, para posteriormente adelantar en la máquina, unos años, pero para poder regresar. se dan cuenta que se requiere una gran cantidad de energía, entonces deciden avanzar en el tiempo hacia el futuro, para buscar tecnología que permita regresar al pasado, sin utilizar mucha energía, pero llega un momento en que no pueden hacerlo, la máquina sigue avanzando hasta el fin del universo, donde una especie de dioses la manipulan de tal manera que esta siga avanzando y resulta que pronto se encuentran con el origen del universo, parando algunas veces entre lo que se consideraría los periodos geológicos de la tierra, como la época de los dinosaurios, siguen avanzando hasta que retornan al día mes y año del cual partieron, y cuando salen, la maquina de desintegra observando que únicamente se movieron unos metros del lugar donde originalmente partió la máquina, bueno ese es el resumen de lo que recuerdo, pero si alguien sabe como se llamaba esa novela se lo agradecería…saludos.
Hola Alejandro, me acuerdo de la definición, hay tantas interpretaciones, que nos dejo , el famoso y polifacético Isaac Asimov:
” la ciencia ficción es ese género literario que surge de la curiosidad, a la que solo se puede responder con imaginación, sobre cómo será el mundo después de nuestra muerte ”
Le felicito por su excelente Web.
Hay muchos libros sobre la protohistoria de la ciencia ficción, les recomiendo uno , que acabo de leer:
LA PREHISTORIA DE LA CIENCIA FICCIÓN, del español Pollux Hrmúnez. Saludos
La primera obra en hablar de un viaje en el tiempo es Año 7603, del dramaturgo noruego Johan Herman Wessel, en el año 1781. Allí, un hada transporta a una persona al año 7603. Si bien la obra carece de valor literario, se transformó en libro de culto por ser la primera que tantea el tema del viaje en el tiempo.
Este un aporte, no critica, Soy lector de ciencia ficción desde hace cincuenta años. y de Fantasy, por cierto a veces se entremezclan.
Danilo DeFranco
Muchas gracias por ambos aportes. Son buenísimos. Sin duda enriquecen el contenido; la experiencia es un grado. Estoy encantado de que pases por aquí.
Muy buena la nota. Me pregunto si “The Last Man” (1823) de Mary Shelley no califica como la primera novela que incluye desplazamiento en el tiempo y ciencia ficción.
Hace mucho que la leí, pero creo recordar que es una distopía futurista sin desplazamiento temporal. Disculpa si me traiciona la memoria.
Muy buena recopilación de obras.
Ciencia ficción a mi entender es todo lo que trasgrede al ser humano o no humano desde un punto de vista científico, entendido como un método que rija una reglas medianamente naturales. Si es creíble es ciencia ficción, y si no es creíble es fantasía.
Admiro a los autores del siglo pasado que vieron ese futuro que ahora parece muy predecible.
Aprovecho para mencionar mi novela “El sueño de Gark”, una ficción en un futuro no muy lejano que trata sobre nuestras relaciones con los algoritmos de búsqueda tipo google.
Enhorabuena por el blog!!
Gracias, Santiago, y un saludo.
Un excelente articulo publicado por un amigo muy bien informado, en estos temas literarios y cientificos de la CF… Hay muchos ‘metodos’ para viajar en el tiempo…desde un golpe en la cabeza hasta la hipervelocidad de Superman utilizada tambien de forma irreprochable en ‘Star Trek’… Pero… ¿Y si establecemos una diferencia entre los ‘viajes en el tiempo’ y ‘viajes a otras epocas’…? Porque en el ‘viaje en el tiempo’ el individuo deberia ‘verse a si mismo’ …algo asi pasa en una de las pelis de “retorno al Futuro” y OTRA cosa es el viaje ‘temporal’ con desplazamiento territorial… Este asunto no es tonteria, incluso en temas bastante mas serios relacionados con la metafisica de otras culturas!
Gracias, Teodoro. Sin duda los viajes en el tiempo pueden afrontarse desde muchas perspectivas. Más que a la ciencia ficción, te acercan al terreno de la ficción especulativa. Pero aun dentro de ella, esa especulación puede ser histórica, social, científica, filosófica, o de lo más personal.
Excelente recopilación. Y bueno, con los viajes en el tiempo no hay una forma más o menos viable de hacer ciencia ficción dura, pero caramba, cuánto la disfrutamos, venga como venga.
Saludos. Seguiré pasando.
Gracias por comentar, Miguel. Los disfrutamos muchísimo.
Me da gracia que todos piensan que Stanislaw Lem es un autor “serio” por obras como Solaris. Cuando en las aventuras de Ijon Tichy pasa de todo: Patatas super inteligentes, correciones “históricas que salen mal”, Robots Deístas, lavadoras que quieren conquistar el mundo y la mejor teoría del Bing bang que se ha escrito en la ciencia ficción. Eso sí, todo con el mejor gusto (me recuerda un poco a Futurama).
Muy buenas recomendaciones, sobre todo “Puerta al Verano”.
;)
Gracias por comentar, Capi. Muchos empezamos por Solaris, y no te esperas ese cambio cuando escribe otras historias. A mí me pasó.
jaja cierto! el primer cuento que pierde la llave inglesa esta en mi top de risas, excelente!
No puedo ver la guía
Hmmm… He comprobado que sale un error tras aceptar la política de protección de datos, así que he desactivado ese cajetín de suscripción y he añadido “Lista de correo” al menú principal del blog. Ahí puedes suscribirte con seguridad.
Discrepo de tu clasificación porque en el fondo discrepo de tu definición de ciencia ficción, que me parece es de carácter formalista, y bastante estricta. Creo honestamente que concepciones formalistas de la ciencia ficción solo te servirán para darte cabezazos contra la pared intentando explicar a la gente por qué lo que leen no es CF, cuando en realidad, en una era postmoderna, es el lector y sus expectativas lo que define el carácter del género (y de cualquier género artístico por supuesto).
Es cierto que mi visión de la ciencia ficción, como género, es más restrictiva que la media de opiniones. También lo es que respeto la diversidad de opinión, y las corrientes más actuales que abogan por una visión pangenérica. No creo haberlo apuntado en el artículo, pero para mí no hay ciencia ficción si un evento científico o tecnológico no desencadena una alteración social o personal. Observarás que en este blog la ciencia ficción está más cerca de la no ficción y la ciencia que de la fantasía; es intencionado. Gracias por aportar tu opinión y razonarla.