¿Tiene sentido hablar sobre religiones del futuro en un mundo dominado por los avances científicos?
Yo pensaba que no… ¡Y qué equivocado estaba! Después de documentarme me he encontrado con muchas sorpresas, y quiero compartirlas contigo.
Índice
El futuro de las grandes religiones
¿Qué pasará con las religiones tradicionales en esta era de progreso tecnológico? Por extraño que pueda parecer, se prevé que el número de creyentes aumente hasta al menos el año 2050. Así lo confirma un estudio del Pew Research Center.

No sólo el número; también la proporción.
Algunos lectores podrán sorprenderse, ya que están rodeados de una nueva generación de jóvenes muchos más cercanos a la tecnología que al ejercicio religioso. Pero… el mundo es grande, y no es así en todos los lugares y culturas.
Es cierto que el cristianismo es la religión que ha sufrido más conversiones al ateísmo. Además, es la que ha sufrido más los efectos de la secularización (separar la religión de la vida cotidiana).
Sin embargo, en el mundo musulmán la tendencia es la opuesta. Solo hay que observar el giro religioso de países como Turquía, Egipto, Irán, Irak… Para una persona atea debe resultar estremecedor, y sorprendente, visualizar a la Irán secular de 1960 y compararla con “la Irán” del S.XXI.
Hay un factor que también apoya el aumento del número de creyentes: el demográfico.
Son dos los motivos; el más importante: está demostrado que los creyentes tienen más hijos que los no creyentes. Incluso la mera secularización ya implica un descenso de la natalidad.
El segundo motivo es la explosión demográfica en el mundo islámico. De hecho, sitúa en el 2070 el momento en el que habrá más musulmanes que cristianos.
¿La secularización no afectará igual a los musulmanes?
El estudio del Pew Research Center cuenta con todos estos factores. Pueden equivocarse, aunque tienen herramientas para el análisis mucho más objetivas que las que pueda dar cualquier ciudadano de a pie. Aun así, a nivel personal, quiero realizar una objeción sobre este trabajo sociológico.
El estudio no tiene en consideración una posible tendencia de secularización en el Islam dentro de los próximos 30 años. Y difiero.
No sé si has podido visitar algunos países del sur del mediterráneo. Yo sí. Y puedo asegurarte que las nuevas generaciones de las urbes están más secularizadas de lo que se piensa. La secularización es, al fin y al cabo, el primer paso para abandonar una creencia.
Mi opinión, a diferencia del centro investigador, es que el ciclo de secularización que se dio en el cristianismo llegará muy pronto a otras religiones clásicas monoteístas (y antes de 2050); aunque, claro, solo es una de mis humildes apuestas especulativas.
Nuevas religiones emergentes
En los últimos años han surgido muchas confesiones minoritarias. Algunas son llamadas iglesias liberales, otras… sectas. Lo cierto es que las grandes religiones del presente también tuvieron una acogida difícil en sus orígenes.
Estas confesiones suelen ser pequeñas modificaciones de las ya existentes, bien provocadas por una supuesta revelación, por una interpretación distinta de los textos sagrados, o bien una rebelión en la estructura política de la jerarquía eclesiástica.

Un porcentaje de estas confesiones, sin embargo, son adaptaciones a las siguientes propuestas sobre las religiones del futuro. Un concepto de religión diferente, y no tan futurista como pueda parecer.
Religiones del futuro
Las religiones del futuro pueden resultar extrañas, pero no son figuraciones de este bloguero. Las semillas de estas religiones han sido puestas en el pasado reciente, y cuando me refiero al pasado reciente hablo de los dos últimos milenios; a diferencia de las grandes religiones del presente, que tienen su semilla (y no su oficialidad) en los milenios anteriores.
Puede resultar ciencia ficción recrear sociedades en las que predominen las siguientes religiones, pero las ideas que las hicieron florecer ya existían y te las mostraré a continuación.
Pero antes, voy a adelantarte una característica crucial que va a diferenciar a todas estas confesiones de las tradicionales:
Se rechaza el componente sobrenatural. Dios pasa a ser una divinidad «extranatural».
Panteísmo científico
El panteísmo tiene su origen en la doctrina de Heráclito, pero el término no se utilizó hasta el S.XVIII.
Para esta corriente, Dios es el resultado final de todas las verdades del Universo; y la única herramienta para encontrarlo es, por tanto, la ciencia.

Dios no es consciente. No tiene ningún propósito derivado de su propia voluntad.
Si miras a tu alrededor encontrarás a muchas personas que, sin saberlo, estarían de acuerdo con las premisas panteístas.
Nadie tiene pruebas de que Dios existe, ni nadie puede demostrar lo contrario. Que la ciencia nos proporciona respuestas, es evidente ¿No estará Dios al final de la última pregunta?
Panenteísmo
El término «panenteísmo» lo usa por primera vez el filósofo alemán Karl Christian Friedrich Krause a principio del S.XIX.
A diferencia del panteísmo científico, en el panenteísmo la figura del creador sobrepasa la misma existencia de nuestro universo.
En el panteísmo, desde el momento en que el universo es creado Dios está fundido en él. En el panenteísmo Dios engloba nuestro Universo, que no es el TODO. No se funde; sigue siendo una entidad superior.
Esta corriente religiosa parece una evolución natural de las religiones tradicionales que se enfrentan a verdades científicas que entran en colisión con su doctrina.
¿Resultaría extraño un giro hacia el panenteísmo en las confesiones islámicas, cristianas o judías? Significaría aceptar de pleno a la ciencia, y también la irrefutabilidad de un nuevo creacionismo ulterior al mismo universo conocido.
Naturalismo ecológico
Según el naturalismo no existe nada al margen de las leyes naturales. En una sociedad futura podrían emerger confesiones cuya misión sea preservar la obra fundamental de la existencia.
El cambio climático está afectando a nuestro planeta, y no es la única degradación del ecosistema que ha causado la humanidad. Además, no parece que podamos huir de la Tierra a corto plazo.

Los movimientos ecologistas se han incrementado desde el siglo XX. El escenario que se avecina es perfecto para el surgimiento de nuevas fes.
- Religiones ecológicas: el objeto del ser humano es preservar la obra de la naturaleza.
- Religiones anticiencia: el MAL se haya en la manipulación artificial de la naturaleza.
- Religiones antihumanistas: el ser humano no tiene más derechos que los naturales.
Incluso dentro de la ficción se ha escrito sobre otra posible corriente del naturalismo: el naturalismo pandeísta. Su objetivo es crear una conciencia colectiva que vela por el bien común (u orden natural); una conciencia que incluye a todos los seres vivos y también a los materiales inertes.
Se trata de una de las aportaciones menos duras de la ciencia ficción de Isaac Asimov. Esta corriente religiosa aparece en su afamada trilogía de La Fundación, y tiene como protagonistas a los habitantes del ficticio planeta Gaia.
Humanismo religioso
Se trata del triunfo del antropocentrismo en su máxima expresión; hasta el punto de adorar a la figura del ser humano.
Como corriente religiosa, trata de adoptar la filosofía del humanismo. Además incorpora rituales religiosos, aun rechazando todo factor sobrenatural. Se centra en la ética, en los avances de la ciencia, y también en los objetivos y metas de la humanidad a nivel individual y colectivo.
En el presente ya es posible encontrarse con el humanismo religioso en algunas iglesias liberales. Si miramos más allá, es razonable pensar que esta corriente pueda ramificarse en muchas otras:
- Humanismo secular (religión ética).
- Humanismo masónico (religión política).
- Humanismo supremacista (religión especista).
Habrá quien pueda sorprender la tercera opción, pero sería la apuesta más segura si la humanidad se cruza algún día con vida inteligente extraterrestre.
Pandeísmo moderno
El término «pandeísmo» se registra por primera vez en el S.XIX. Según el pandeísmo, Dios dejo de existir como tal en el momento de la creación del universo. En ese momento esparció su ser, y la aspiración del ser humano es la apocatástasis; es decir, volver a conseguir la unidad primigenia de Dios.
El pandeísmo moderno fue una variante propuesta del autor Scott Adams en su libro Los restos de Dios (2001). En él, ofrece la visión de un Dios omnipotente, pero no del todo omnisciente.
«Un Dios que supiera la respuesta a esa pregunta efectivamente sabría todo y lo tendría todo. Por esa razón no estaría motivado a hacer nada o crear nada. No habría propósito para actuar de alguna manera. Pero un Dios que tuviera una pregunta molesta —¿Qué pasa si dejó de existir?— estaría motivado a encontrar la respuesta con la finalidad de completar su conocimiento… ».
¿Y cómo termina su teoría? Con un Dios que se “autodestruye” para terminar con esa duda: un big-bang.
Es una afirmación tan concreta que resulta más que atrevida, pero de pronto viene el rudo escritor de ciencia ficción Robert A. Heinlein, y nos escribe en 1973: «Dios se dividió a sí mismo en una miríada de partes para poder tener amigos. Puede no ser verdad, pero suena bien. Y no es más absurda que otras teologías».
Convivencia de todas las religiones
Parece evidente que las religiones no dejarán de existir. La necesidad religiosa parece pertenecer a la parte más instintiva de la humanidad.
«Por alguna razón, la religión parece darle significado al sufrimiento, más que cualquier ideal o creencia secular que conozcamos», cree Ara Norenzayan, profesor de psicología de la Universidad de Columbia. En consonancia con este docente, otros expertos afirman que los tiempos de guerra incrementan el número de creyentes, e incluso relacionan las conversiones al ateísmo en el mundo occidental con el largo periodo de paz que se ha vivido en los últimos 70 años. Buena noticia para las confesiones religiosas, porque la guerra siempre vuelve.
Haya seres sobrenaturales o no, parece que el ser humano tiene una predisposición innata a buscar explicaciones que nos ayuden a entender mejor el mundo, y a encontrar un significado a aquellas circunstancias que tiene un carácter poco o nada justificado, tales como catástrofes naturales y humanas.
Después de exponer el listado con las religiones del futuro, quizá resulte que en el mundo hay menos ateos de los previstos; y es porque muchos de ellos jamás habían oído escuchar, por ejemplo, del panteísmo científico.
Asociamos «religión» a lo más cercano. Seres antropomorfos adorados, milagros, revelaciones sobrenaturales… pero una religión es más que eso. También hay religiones no teístas, como sucede con el budismo.
El futuro se aleja de la adoración a divinidades, pero estas no dejarán de existir tal y como aseguran las estadísticas que reflejan el incremento de la proporción de creyentes hasta 2050. El ascenso de las nuevas religiones es un proceso lento, pero firme.
Es posible que, incluso antes de que sean consideradas como religiones oficiales, hayan influido tanto en las tradicionales que apenas se perciba la diferencia. Ya no hablo de décadas, sino de siglos.
Aquí concluye este nuevo capítulo sobre «El futuro de la humanidad». No sin antes preguntarte:
¿Sientes identificación con alguna corriente religiosa que no conocías? Cuéntanos en los comentarios.
Te hago mi propia confesión, no sabría decirte sí estoy más cerca de un panteísmo científico o de una variante que no he expuesto: un “panenteísmo científico”.
No sé si soy panteista o panenteista (tengo mis dudas). Definitivamente creo en dios y en hacer el bien porque es seguir el orden cósmico para que siga existiendo este universo en todas sus evoluciones conocidas y aún por conocer.
Soy omniteista porq respeto todas las religiones y ademas que directa o indirectamente todas terminan creyendo en dios.
Excelente artículo. Me inclino por el humanismo religioso. He llegado a varias conclusiones gracias a los libros y videos de Antonio Piñero y sus estudios neotestamentarios. Es un tema apasionante.
Saludos,
Adolfo Cevallos
Me apunto a tu blog de cabeza.
Gran artículo que estudiaré más a fondo, al igual que el resto del blog.
Gracias por seguirme, Gabriel. Me alegra verme rodeado de personas que comparten mis intereses; créeme que nunca me fue fácil sacar estos temas de conversación con los más allegados en la vida fuera de la red.
Me ha encantado este artículo. Orson Scott Card especuló con el concepto de dios en la saga del Retorno a la Tierra, por ejemplo. Y dentro de las corrientes ecologistas te recomiendo a Cristina Jurado y CloroFilia, aunque no habla de religión.
Gracias, Susana. No eres la primera persona que me recomienda Clorofilia, y es cierto que no la he leído aún. Como yo lo veo, si el problema del deterioro del ecosistema no se soluciona en 50 años, van a surgir no solo religiones, sino partidos políticos (ya los hay), e incluso no me extrañaría que aparezcan grupos terroristas (que no activistas).
Un gran artículo, Alejandro. Me apasionan las religiones por lo que hablan de la cultura que habitan. No se si lo has leído, pero te recomiendo Despertares de Felicidad Martínez, una novela corta donde la ciencia se ha vuelto religión. Es muy interesante esa visión de la religión, como comentas en Panteismo Científico.
Solo he leído La mirada extraña de ella. Tomo nota. Me recuerda mucho a la psicohistoria de Asimov eso de convertir a la ciencia en religión; aunque de Felicidad me puedo esperar un vuelco a cualquier enfoque.