¿Qué es la ciencia ficción? Sí, es verdad, hay muchos artículos que respondan a esta cuestión, PERO NINGUNO COMO ESTE.
¡En el post que estás leyendo van a ser los propios escritores los que respondan a esta pregunta y a todas las relacionadas!
Partiré de la base más simple, lo que dice la Real Academia Española, y dejaré que los autores más famosos del género enriquezcan el concepto de la CiFi.
Índice
Qué es la ciencia ficción
Según la RAE , la ciencia ficción es un…
- Género literario o cinematográfico, cuyo contenido se basa en logros científicos y tecnológicos imaginarios.
Ni siquiera contempla el mundo de los videojuegos. No solo está obsoleta, sino que además resulta de una simpleza casi ofensiva para los seguidores del género. Habrá que recurrir a la opinión de los expertos.
Isaac Asimov y las respuestas de la humanidad
Para Isaac Asimov, «es la rama de la literatura que se ocupa de las respuestas humanas a los cambios efectuados al nivel de la ciencia y la tecnología».
Isaac entiende la ciencia ficción como una prospección de los efectos sociales ante cualquier avance de naturaleza tecnológica o cognitiva.
Esta definición se asemeja a una cita del escritor Poul Anderson. Afirmaba que la ciencia ficción «permite una dilatada visión del futuro, da oportunidades para jugar con las ideas, para estudiar las obras de los hombres y mostrar las consecuencias de las teorías en la acción».
En 1980, y volviendo a Asimov, este escritor relató que la CiFi comenzó su andadura como una extensión de los relatos de viajes y aventuras; solo que la primera especula con una tecnología o ciencia creíble pero aún inexistente.
Esta especulación nos lleva a una definición paralela, y que el mismo Asimov la califica como exclusivista:
«La ciencia ficción se ocupa de los científicos que fabrican la ciencia del futuro».

Philip K. Dick y la desfiguración conceptual
Philip K. Dick explica la ciencia ficción partiendo de la construcción de mundos o worldbuilding. Lo expresa mediante las siguientes cuatro claves:
Un mundo desfigurado: El mundo ficticio sería «nuestro propio mundo desfigurado por el esfuerzo mental del autor, transformado en otro que no existe o que aún no existe».
La diferencia con el mundo real: «al menos un aspecto debe ser suficiente para dar lugar a acontecimientos que no ocurren en nuestra sociedad o en cualquier otra sociedad del presente o del pasado».
La importancia de la coherencia: una idea coherente debe fluir en esta desfiguración; «ha de ser conceptual, no trivial o extravagante…».
El shock del No Reconocimiento: esta es la esencia de la ciencia ficción, «la desfiguración conceptual que origina una nueva sociedad imaginada en la mente del autor, plasmada en letra impresa y capaz de actuar como un mazazo en la frente del lector».
Ursula K. Le Guin y la gran metáfora
Para Ursula K. Le Guin la ciencia ficción es un experimento hecho con la imaginación cuyo objetivo es responder a preguntas que aún no tienen respuesta.
Añade que CiFi no es solo, «ni especialmente», Star Wars, Starship troopers o las mismísimas historias de la USS Enterprise. Para la autora debe implicar cosas profundas y viajes irreversibles.
Para ella, «La ciencia ficción es una inmensa metáfora».
Muchos otros escritores (entre ellos China Mieville, Philip K. Dick…) inciden en la singularidad de la metáfora en la ciencia ficción. Metáfora alegórica, puntualizará Orson Scott Card más adelante en este artículo.

Harlan Ellison y el comodín de la CiFi
Harlan Ellison destaca el injustificado carácter, en aparencia marginal, de la ciencia ficción.
Opina que el género no es «un campo literario salvaje» que se aleja de cualquier otra rama de la literatura. ¡Puede congeniar con cualquier otro género! El que sea.
La ciencia ficción no toma un camino aparte. Más bien es un compañero en cualquier camino que quieras escoger, «del mismo modo que la ciencia y las tecnologías actuales forman parte integrante de nuestras vidas en todos sus aspectos».
¿Y qué es la buena ciencia ficción?
Philip K. Dick “no se corta un pelo” y añade una definición extra a la que ya has visto: ¿Qué es la buena ciencia ficción? ¿Qué necesita para serlo? Dos cosas:
1º Necesita que la idea nueva (la desfiguración conceptual) sea de verdad nueva, o que aporte una nueva variación sobre otra idea ya escrita.
2º Necesita estimular el intelecto del lector, «invadir su mente y abrirla a la posibilidad de algo que hasta entonces no había imaginado».
¿En qué se diferencia la ciencia ficción de la fantasía?
La frontera entre la ciencia ficción y la fantasía siempre fue difusa. Con el paso de las décadas han surgido muchos géneros que fusionan elementos fantásticos con otros de ciencia ficción y la frontera se ha convertido en una inmensa franja donde cabrían miles de obras.
¿Qué opinaban los clásicos acerca de la distinción de la ciencia ficción frente al género de la fantasía?
Para Philip K. Dick, «la fantasía trata sobre aquello que la opinión general considera imposible, y la ciencia ficción trata de aquello que la opinión general considera posible bajo determinadas circunstancias».
La credibilidad es el factor determinante para Dick y para otros muchos, pero uno de los autores más rigurosos con las ciencias, Arthur C. Clarke, ya advirtió que «cualquier tecnología lo suficientemente avanzada es indistinguible de la magia».
Es decir, si hablamos de otras especies con una tecnología incompresible, o de nosotros mismos en un futuro imposible de avistar con coherencia, fantasía y ciencia ficción se funden en una sola sin perder ninguna de sus propiedades que las distinguen de inicio.
Ray Bradbury propuso una metáfora bastante acertada para diferenciar ambos generos: «la ciencia ficción te balancea en el acantilado, mientras que la fantasía te empuja». Muchos empujones tuvo que recibir Ray; según él mismo, solo se balanceó de verdad con Farenheit 451.
Décadas antes que estos autores, un optimista Julio Verne afirmaba que «todo lo que una persona puede imaginar, otras podrán hacerlo realidad». Imaginó muy bien este señor, por cierto.
Por último quería señalar las impresiones de un autor más moderno. Un escritor que haya vivido las apariciones y fusiones más vanguardistas entre los subgéneros de la ciencia ficción y de la fantasía.
Ken Liu (si tomamos al pie de la letra sus palabras en Zoo de papel en 2011), no concede importancia a la diferencia entre estos dos géneros vecinos, y añade que tampoco la da a la distinción que pudiera haber entre la “literatura generalista” y la llamada “literatura de género”. Para Liu, la esencia de la CiFi es «la prioridad de la lógica que rigen las metáforas por delante de la realidad, que es irremediablemente aleatoria y carente de sentido».
Qué no es ciencia ficción
Vuelvo con Philip K. Dick, que se aventuró a indicar lo que no le parecía ciencia ficción.
«No es un relato, novela o drama ambientado en el futuro», destaca en relación a las aventuras espaciales, a las que trata «simplemente de aventuras, combates y guerras espaciales que se desarrollan en un futuro de tecnología superavanzada».
Según Philip, la aventura espacial carece de la nueva idea diferenciadora que es el ingrediente esencial. Con esto descarta ciertas óperas espaciales en las que esta idea esta nueva se presenta, como pudiera suceder en la saga de La Fundación.
Sin embargo, con esta definición restrictiva quedarían fuera muchas obras del cine, como por ejemplo Star Wars, Battlestar Galactica, o, más recientemente, Distrito 9 y otras obras de ciencia ficción social donde no existe una desfiguración conceptual derivada de la ciencia o la tecnología.
La visión de autores actuales es más transigente con las desviaciones de ese ingrediente esencial. Por mi parte no coincido con Philip K. Dick porque parece universalizar a un boom comercial de su época basado en despachar aventuras espaciales a granel. En la actualidad no podría dar validez a sus palabras. Es importante entender que fueron escritas hace medio siglo.
Quizá la conclusión más aceptable es que un romance en el futuro, a secas, no es ciencia ficción. Que la búsqueda de un tesoro de otra civilización en Marte, sin más, no tiene por qué ser CiFi.
¿Dónde establecer la frontera? Al no ser una ciencia exacta, la frontera la pone el propio lector. Una frontera basada en un ingrediente que sea exclusivo de la ciencia ficción. Si como lector exiges cierta cantidad de ese ingrediente, esa cantidad es la que define cuánto te acercas o alejas de la postura de Dick.
Quién es lector de ciencia ficción
Decía J. G. Ballard que todo se estaba convirtiendo en ciencia ficción. Que «desde la marginalidad de una literatura casi invisible», había surgido «la realidad intacta del S.XX».
Son palabras que han quedado muy atrás. Hoy día la ciencia ficción se ha establecido como género en todos los formatos, y en muchos idiomas (aunque siga mandando la tendencia anglosajona). El número de consumidores de ciencia ficción aumenta sin parar.
¿Y qué hay de los lectores? ¿Debemos tener alma de científicos para disfrutar de la ciencia ficción?
Según Brian W. Aldiss, «está tan escrita para los científicos como las historias de duendes para los duendes». Y desconozco si está es la frase original porque recuerdo haberla leído sustituyendo duendes por “fantasmas” en otro autor.

Para Orson Scott Card el lector de ciencia ficción tiene ciertas características:
- Capta las ideas por anticipado.
- Sabe que un mundo nuevo se desplegará ante él.
- Desea conocer las reglas que lo rigen.
- Espera más información desvelada de manera regular.
La visión de Orson Scott Card del lector resulta muy compatible con el género de la fantasía. Según el autor, un lector académico no está preparado intelectualmente para la presentación de metáforas alegóricas en la ciencia ficción. En cambio, afirma que los lectores de CiFi sí lo estarían también para la ficción académica.
Hay otro escritor con una postura similar a Orson Scott Card. En opinión de China Mieville, «la gente que lee ciencia ficción, fantasía y horror no ha superado la necesidad de deleitarse en lo extraño e insólito». Lo que distingue al lector, por tanto, sería la atracción por lo nuevo, lo desconocido, lo incierto, lo inexplicable.
¿Y qué esperan los lectores? El físico y divulgador Michio Kaku aporta una opinión inclusiva aun siendo gran admirador de la ciencia ficción dura. Según él, la CiFi creíble nos permite reflexionar sobre posibles circunstancias anómalas de origen tecnológico. Se trataría de la ciencia ficción más realista. No obstante añade que le gusta soñar, «especialmente con tecnologías que expanden la imaginación e indagan los límites de lo que es posible».
Espero que te haya gustado este artículo. No vi ninguno similar en las redes y es un placer haber indagado en entrevistas, citas, artículos de varias fuentes. Todos aprendemos.
En mi opinión el estudio del concepto de “ciencia ficción” (o de cualquier concepto que defina un fenómeno cultural) exige primero un marco paradigmático, en este caso, de carácter literario. A estas altura es poco útil, y hasta confuso, exponer una larga lista de definiciones, sin esas mismas definiciones no las organizamos bajo cirterios significativos. En este sentido, partiría separando las definiciones en tres grupos; aquellas que ponen el peso de la definición en caracterísiticas de la obra misma (que posea elementos científicos, que posea un “novum”, etc) ; vale decir, una aproximación formalista. Un segundo grupo, aquellas definiciones que ven la ciencia ficción como movimiento cultural y lo definen desde su historia y su impacto en la sociedad (“una historia de CF es lo que se publica en revistas de CF”, o bien, “la CF se funda en 1926 con Gernsback”; vale decir, una aproximación estructuralista. Y finalmente, aquellas que dejan el peso de la definición en el lector, en sus expectativas (¿que es lo que espera el lector encontrar en una obra para definirla como CF); vale decir, una definición subjetiva o hasta deconstruccionista.
Otra cosa muy distinta es lo que es la “buena ciencia ficción”, y aquí uno puede dar condiciones iniciales, pero nunca finales; la decisión de lo que es bueno corresponde a cada lector en particular. Pero hay condiciones iniciales, y ellas, antes que nada, corresponden a las condiciones que se le exige a cualquier obra literaria independiente de su género. Es decir, una buena obra de CF, para ser buena, tiene que partir por estar bien escrita. Desde lo fundamental, buena ortografía, gramática, redacción, mantención del punto de vista, etc, pasando por buen tono, buen estilo, buena estructura, hasta desarrollo de personajes, etc. ¿Puede ser algo una buena obra de CF y ser una pésima obra de literatura? En mi opinión, nunca.
Gracias por la aportación de tu opinión sobre un tema que, desde luego, no tiene una respuesta fija.
Por supuesto que no lo tiene. Pero es normal que un aficionado intente definir el objeto de su pasión. A veces es fácil, como cuando eres aficionado al futbol, porque solo basta leer el reglamento oficial para entender el juego. Pero los movimientos artísticos son mucho más complejos y por lo tanto, no se incluso si soporten definiciones taxativas. Saludos.